*Marcus*
Ella se quedó dormida, allí parada.
La acomodé en la cama y me acosté a su lado.
Desactive la alarma y me dormí.
Cuando casi empiezo a pensar que no dormí casi nada tomo el celular que estaba sonando y me doy cuenta que no era la alarma, sino que era una llamada de Bernard.
Y eran las diez de la mañana.
Jane no estaba conmigo en la cama.
—Hola.
—¿Aún sigues en la cama?
¡Carajo!
Me va a matar.