— Hace un rato te llamé y no contestaste; ¿Dónde estabas?— preguntó Sylvia.
— Dejé el celular en la sala— dijo Hafid— estaba contestando una llamada en el estudio, no vi tu llamada perdida, cielo.
— ¿Estabas con alguien más? — preguntó ella.
— ¿Con alguien más?— dijo extrañado Hafid.
Sylvia apretó los dientes y pensó:
"Me lo va a negar el condenado"
De repente Hafid cayó en cuenta y dijo:
— ¡Ah, ya sé lo que creo que pasó! — dijo él— ¿Adivina quién vino para acá, hecha un mar de lágrimas?
Sylvia se hizo la desentendida y dijo:
— ¿Quien?
— ¡Nuestra querida prima Déborah! — dijo Hafid.
Sylvia al escuchar el nombre nuevamente sintió el frío en su estómago, esperando la explicación de su esposo.
— ¿En serio?— su voz sonó lo más natural que pudo— ¿Que buscaba?
——Según ella, estaba destrozada por una relación amorosa, rota por la traición— dijo él.
— ¿Y qué hiciste?— preguntó ella con el estómago apretado.
— ¡Al inicio no sabía qué hacer!— dijo él— se me lanzó llorando encima, le