Las cosas... como son.
— No sé cuales fueron sus intenciones al hacerlo—dijo Hafid— les aseguro que voy a averiguar y exigiré una explicación.
— ¿Ella es nuestra enemiga? ¿Es mala?— preguntó Farid.
Hafid escogió muy bien las palabras para no traumar los tiernos oídos de sus hijos, él les dijo:
— Ella es una chica resentida porque quiso que yo la enamorara y no funcionó, entonces se enojó conmigo y creo que por eso está intentando molestarme.
— Ya entendí— dijo Amira— está celosa de mi mamá Sylvia.
Farid abrió los ojos como platos y dijo:
— Mi mamá es tu esposa; ¿porque tiene celos?
— Ay hermano, ¡Porque a las mujeres no les gusta que las ignoren! ¿Entiendes?— dijo Amira con el rostro muy serio.
Hafid reprimió una sonrisa ante el comentario de su hija.
— ¿Cómo sabes eso mi amorcito— preguntó su padre.
— Papá, soy una chica, en mi clase hay una muchacha que se enojó conmigo, porque un chico me miraba a mi y no a ella— dijo Amira— ¡Como si yo tuviese la culpa!
— Te entiendo— dijo Hafid— es terrible cons