Bratt no sabía que decir o hacer para calmar a su hermano. Nada podía hacer con lo que sucedía y las buenas noticias al parecer, estaban lejos de escucharse. Por lo que, solo podía mirar a su hermano destruyéndose por completo.
— Debe haber una manera, no es posible que solo exista la posibilidad de sacrificar su vida y esperar que ocurra lo menos peor.
— Lo siento, pero, es lo que tenemos. Es todo en lo que podemos ayudar.
— ¿Qué pasa si la borramos su memoria y…?
— Eso no tiene nada que ver con lo que sucede, señor Holftmann. El momento de seguir su camino lejos de ella, para que esto no sucediera, pasó hace rato. — dice el hombre y Curthwulf maldice.
— No nos queda mucho tiempo, necesitamos hacer algo para que pueda despertar o los daños serán irreversibles. — dice la mujer en el cuerpo de Charlotte.
— ¿Qué pasa si te quedas en su cuerpo? — pregunta Curthwulf.
— No voy a ser su prisionera. — dice Angela de inmediato.
— Puedo darte todo lo que necesites, solo… quédate en su cue