Durante el día Gerald no mejoraba para nada, la fiebre no le bajaba, le dio dolor de cabeza y no había comido ni siquiera un bocado de lo que Samantha le hacía. Un par de horas más tarde luego que Samantha llamó a los padres de Gerald, llegaron por fin a casa.
— Gracias al cielo está aquí, estoy muy preocupada por Gerald, necesito que mejore, me da miedo, tiene el rostro pálido y los labios secos, no quiere tomar medicamentos y está respirando con dificultad — Informó Samantha desesperada.
— Tranquila hija mía, ya estoy aquí para ayudar, te daré un par de antibióticos y un par de cosas que traigo aquí — Comentó la madre del CEO.
El padre de Gerald había ido a la empresa en su nombre, necesitaba suplantarlo porque ya él llevaba varios días ausente y las veces que iba, no estaba concentrado del todo haciendo que las cosas salieran mal. La empresa estaba en graves problemas y necesitaba que algunos de los dueños estuvieran presentes para tomar decisiones certeras y organizar la compañía.