Capítulo 7. Discusión entre hermanos.
Eric salió del despacho de su padre para dirigirse a la azotea de la mansión, donde tenían una habitación de seguridad repleta de equipos informáticos que controlaban, con ayuda de cámaras de vigilancia y sensores de movimiento y calor, cada rincón de la propiedad.
Como lobos que ya habían vivido varios ataques no escatimaban en seguridad.
Aunque desde hacía veinte años no sufrían de un problema grave, ahora tenían a un lobo desaparecido y aún no habían descubierto si aquel hecho había sido por voluntad del implicado, quien de pronto decidió alejarse de la manada para convertirse en un lobo solitario, o porque alguien se lo había llevado.
También estaban sufriendo ataques a sus empresas en la ciudad. Ya les habían quemado una fábrica de muebles y no esperarían a que destruyeran otra para proteger a la familia.
—Eric, tengo que hablar contigo —pidió Casey, su hermana, antes de que él llegara a las escaleras.
—Ahora no puedo, debo intentar comunicarme con Maddox.
—Solo dame cinco minuto