Capítulo 29. Unión.
Capítulo 29.
Unión.
Gildris lo mira, acaricia su mejilla y toma su mano, besando la muñeca, apoyando la mano de Bastián sobre su frágil mejilla, y lo mira a los ojos.
—Está bien, Bastián, te prometo que haré todo lo que esté en mis manos para ayudarte; yo solo espero no defraudarte.
Bastián la sostiene con esa misma mano a la que ella se aferra, y la atrae a sus labios. Sus besos son puros, pasionales, intensos; se sienten uno al otro en cada suspiro. La conexión de su cuerpo emitida por un simple beso es desquiciante, aterradora; ambos desean más, la necesidad de mucho más, pero ella, por más que lo desee, se aleja.
—Iré a asearme para la cena; te veré abajo —dice agitada, saliendo del alcance de Bastián.
Este se queda en el mismo lugar en el que lo dejó, mirando hacia la salida, donde solo queda su ausencia, tan vacía y lejana; la desea, no sabe qué tiene esa mujer que su cuerpo la desea, sus caricias, sus besos lo tienen en un trance; es una hechicera que con su poder l