Capítulo 11. Dudas. Al terminar su llamada, Gildris sube a verlo; Bastián ya la había visto venir por las cámaras, y él la espera paciente hasta que la ve entrar a la habitación. —¿Cómo te sientes? —pregunta ella, curiosa, tratando de incorporarse con él. —Mejor, ¿dónde estabas? —pregunta enfocándola visualmente, mientras ella revisa su temperatura. —En el jardín daba un pase —dice sonando sincera—. Voy a prepararte el baño para poder curarte; necesito cambiar la venda. Ella se mueve, dejando su celular en la cama; al verlo, él lo toma, notando su fondo de pantalla. Ella antes tenía una fotografía de ella, siempre una diferente cada día, pero este fondo de las rosas del jardín es inusual, así como el hecho de que su huella no acceda, lo que confirma que algo oculta. —Voy a decirle a… —Gildris se paraliza al verlo con el celular en la mano; él no se intimida, ni lo suelta, espera la reacción de ella, que evidentemente es de incomodidad. —A Raúl que suba a ayudarme a llevarte a l
Capítulo 12. Acercamiento. En silencio, Gildris empieza a ejecutar un intenso masaje; él se queja por momentos: primero su espalda, le hace movimiento a los músculos de sus brazos, todo muy profesional, intentando concentrarse mientras desliza sus manos por su cuerpo, bajando a sus caderas, y continúa con sus piernas, evitando su sexy trasero, que le saca una ligera sonrisa mordaz. Ella nota cómo él simplemente se relaja, mueve sus piernas, levantando lentamente la que tiene el yeso, lo que le causa un poco de dolor. —Respira, no te pongas tenso, solo no pienses, relaja tu mente y tu cuerpo; eso te ayudará a canalizar el dolor. —Él la escucha. Ella se enfoca en la pierna afectada, movimientos lentos, calculados, masajeando suave la zona. Al terminar, ella aprovecha la postura para curar su herida, sale por la sábila y vuelve, tratando la zona que ve muy seca. Ya no sangra y eso la llena de satisfacción. —Muy bien, te voltearé, poco a poco. —Ella se acomoda, subiendo ligeram
Capítulo 13. Pruebas. Ella se retira, sintiendo una presión en su pecho; las palabras de Bastián resuenan en su mente, feroces, agresivas, como si fueran dirigidas hacia ella. Eso la asusta, pues logró ver en sus ojos más que bondad: vio frialdad, rabia, enojo contenido, vio maldad, como si mantuviera sus demonios atados. Brittney quizás lo subestima; este hombre no es nada tanto como ella lo describe. Por un instante se ha sentido como si ella fuera la dicha de un juego malísimo y sucio, en vez de ser la jugadora. * Gildris no logra dormir, ni siquiera se atreve a reunirse con él para la cena, espera que todos estén acostados y va a verlo a su habitación, enviándole las pastillas de las 7 pm con Berta. * Al estar todos dormidos, en medio de la madrugada, ella va a verlo, revisa su temperatura y le coloca sus medias que claramente no pudo ponerse. Volviendo a cubrirlo con la cobija, se mueve buscando sus medicinas de medianoche para dárselas. —Bastián —dice suave, pero él
Capítulo 14. Pasa tiempo. Gildris lo mira incómoda; ella da dos pasos hacia él, cuando el llamado de Bertha los interrumpe. —Señora, el ungüento. Gildris se aleja de Bastián, acercándose a la puerta para recibir el ungüento. —Gracias, Bertha, preparen la comida que les pedí, por favor. —Sí lo señora. Al retirarse Bertha, Gildris deja el ungüento en la mesita y camina al armario a buscar la ropa de Bastián. Este solo la observa en silencio, hasta que ella se aproxima a desvestirlo. Sin más, ella camina llevándolo a la ducha, lo ayuda a entrar en la tina y empieza a bañarlo. Poco a poco, con delicadeza lava perfectamente su cabello, restregando las partes que ella considera accesibles de su cuerpo, dejando las más íntimas a Bastián. Pasándole la esponja en la pierna, Gildris se sonroja intentando no mirarlo al sentir su hombría. Esta tarea de bañarlo es cada vez más difícil, al igual que sacarlo de la tina, ante su cansancio. —Espera, Bastián, me voy a caer… —Gildris s
Capítulo 15. Proceso. Han pasado una tarde diferente; tras cenar, ella cura una vez más su herida y lo ayuda a colocarse el pijama. —Descansa, Bastián. —Tú también, Brittney. Ella sale de la habitación cerrando la puerta y se va a la suya. Tras ducharse y cambiarse, ella sale al balcón, encontrándose con Bastián del otro lado admirando la hermosa noche. Ambos comparten miradas y ella le sonríe ligeramente caminando de vuelta a su habitación. Un día más, y el progreso de Bastián es evidente; eso la llena de satisfacción y una mezcla incómoda de sentimientos, pensando que en cuanto él se recupere, ella deberá marcharse, pero se llevará la satisfacción de que él ya estará mejor. * Al despertar, Gildris hace su rutina, llama a su madre, se entera de que la han sacado al jardín; eso la anima mucho. La recuperación de Carlota es lo que Gildris más anhela. En cuanto a Bastián, ella continúa su día como de costumbre: baño, masajes, ejercicios. Ella lo anima a hacer los ejercicio
Capítulo 16. Tensión. * Días después. Han sido largos días; entre baños, masajes, juegos y pasatiempo, Bastián se ha olvidado de la empresa y, aunque su padre está al mando, él aún no deja de preocuparse por la situación. Aún así, su mente está distraída con esta nueva versión de Brittney, una versión que lo tiene hechizado. —Ya se acabó el juego, mañana debes despertar para tu consulta médica, descansa, Bastián. — Gildris se mueve a recoger las fichas de ajedrez y Bastián la detiene. —Una vez más —le pide. —Ya perdiste, Lauder, acepta la derrota. —Una partida más, pero esta vez quiero un premio si gano. —¿Quieres apostar? —pregunta, un poco tensa. —Así es, ¿aceptas la última partida? Gildris pasa saliva, mirándolo con incomodidad. —¿Qué quieres apostar? Mejor dicho, ¿qué buscas en la penitencia? Bastian la mira serio, analizándola, siempre analizando cada movimiento de ella, como si pudiera adivinar lo que ella piensa. —Si tú ganas, puedes pedirme lo que tú
Capítulo 17. Cercanía. Es su primera salida juntos, ella va disfrutando del paisaje, mientras que Bastián va concentrado en una llamada telefónica con su madre quien lo llama con constancia, la mujer parece permanecer distante por la tensión que hay entre las familias, ya que todos saben que ambos venían discutiendo en el coche y la idea de que aún siga con Brittney es un gran reto, después de que incluso él mencionara el divorcio, lo que su familia no sabe es que él está conociendo está nueva versión, que lo tiene distraído, hechizado ante la pureza que está mujer le está demostrando, de cierta manera lo hace recordar al principio de su relación, la personalidad de Brittney era alegre, que le gustaba explorar y su curiosidad la llenaba de inocencia aunque no lo fuera, está Brittney es una mezcla de la antigua con un toque especial, y él está distraído con ella. B: De acuerdo, organizaré todo, todo para la cena, no te preocupes. Yo también te amo. Gildris sonríe al escucharlo
Capítulo 18. Sensaciones. Gildris lo sigue a la oficina de lujo junto a la de presidencia. Al entrar, ella nota lo extravagante del lugar: fotos de Brittney por doquier, una foto de recién casados sobre su escritorio y corto papeleo sobre la impresora. —Hay documentos que requieren su firma, mi señora; no le había avisado porque dijo que se tomaría unos días, por eso todo se ha atrasado. ¿Quiere revisarlos? —Sí, mientras Bastián esté ocupado, yo revisaré algunas cosas. Lucas, tráelo, por favor. —Sí mi señora. Gildris quiere ocupar su tiempo en detalles administrativos que para ella no son nada difíciles; ella revisa algunos archivos y firma algunas autorizaciones. Pensaba que ella era la asistente administrativa de Bastián, pero al parecer, al casarse con él, pasó a ser su administradora financiera, así como la dirigente de recursos humanos. Durante los minutos en los que Gildris está evaluando algunos balances, ella nota una cifra que no coincide, algo que la desconciert