Antes de meterse en la cama, se miró en el espejo del buró; “Definitivamente no volveré a recuperar la cintura”, pensó. Estaba por cubrirse con las sabanas cuando las vibraciones se hicieron continuas; ya no era un mensaje, era una llamada.
Le fastidió ¿A esa hora podían llamar para ofrecer un servicio? Pero de todas maneras respondió.
-Hola –
- ¿Deanna? –
- ¿Quién habla? –
- ¡Deanna! No estaba seguro de que continuarías con el mismo número. Soy yo, Frank –
- ¿Eh? ¿Frank? –
- Si ¿cómo has estado? Lamento molestarte a esta hora… Regresé a la ciudad por unos días y pensé… Quería saber si te interesaría que tomemos un café… Ha pasado mucho desde que última vez que nos vimos –
¿No sabía que estaba casada? Seguramente si, muchos de sus compañeros la habían ayudado a preparar la sorpresa para Harry y Laura el día de la boda, para el bautismo de Emma y para su ultimo cumpleaños. ¿Qué quería? Estaba tan confundida como sorprendida.
- ¿Un café? –
- Claro, si quieres… Sé que no termina