Camila se había adelantado a su hijo y habló con sus nietos sobre lo que su padre planeaba hacer. Daniel estaba furioso, eso era algo que le correspondía a él y a nadie más que a él. Pero Camila estaba muy preocupada por la decisión que estaba punto de tomar y quiso prevenir a sus nietos. Las cosas se estaban yendo un poco de control.
- ¿Qué le dijiste a mis hijos, mamá? -
- Qué piensas cometer una locura y que meterás en tu casa a una mujer que no tienen edad para ser su madre –
- Eso tenía que hablarlo yo con ellos, no tú –
- Son mis nietos, Daniel –
- Son mis hijos y nadie puede intervenir en mis decisiones o en la manera en que los crio, mucho menos adelantarse a hacer algo que es mi deber –
Camila no tenía malas intenciones, estaba consternada por todo el escándalo que iba a sucederse. Daniel Crusher casado con una jovencita que era evidente solo quería su dinero. Ninguna mujer de su edad se casaba con alguien mayor y con 3 niños. Era bien conocido que las únicas que reunían esas