Algunas veces se me da espectacular eso de hablar antes de pensar, como hace un instante. Bien podría decirle la verdad a mi mamá y a Mary Lou -que su comprador estrella es mi jefe- pero entonces querrían saber por qué compró la salsa, cómo sabe que existe la empresa familiar y para esas preguntas no tengo respuestas, excepto la verdad. Y no me atrevo compartirla con ellas ahora. O nunca.
—Quiero decir ¿creen que el envío de la salsa haya llegado tan rápido a Nueva York? A lo mejor escribió la reseña antes de probarla.
—¿Por qué haría algo así?— Me cuestiona mi hermana.
—No lo sé, sabe lo todo— Me burlo y es un alivio que ella se eche a reír —Y ahorita ¿están en el puerto?
—Sí, estamos en Fish and Sea’s— Donde yo solía trabajar— Ahora salimos algu