Uno de los días más importantes para Paula había llegado, esa mañana presentaba su examen y por fin se iba a graduar del colegio.
Ella despertó minutos antes de la alarma, repasaba en su mente una y otra vez los temas, su estómago revoloteaba ansioso, tenía hasta náuseas, entonces prefirió no ver más los libros, se metió a la ducha.
Instantes después cuando volvió a la alcoba Juan Andrés ya había despertado, Paula parpadeó al ver sobre la cama, un hermoso vestido rosa, estampado con flores, acampanado, de cuello en V y manga corta.
—Wao, es hermoso —susurró.
—Es para ti, hoy debes lucir muy bien —dijo Juan Andrés y la contempló.
Paula se mordió los labios, lo observó con la mirada brillante, se acercó a él, y le agradeció el obsequio con un beso. Juan Andrés no desaprovechó la oportunidad para corresponder su caricia, tomarla por la cintura y subirla a la cama con él.
Paula no puso objeción, nunca podía resistirse a los besos y caricias de él.
Juan Andrés deslizó sus labios por