La declaración de un dolor bilateral.
Héctor que no podía negar parte de sus palabras, solo lo miro inexpresivamente unos segundos. Ya estaba todo casi listo, por lo que podría dejar a Liliana unas horas para poner todo en orden y volver, así que lo que necesitaba en ese momento solo era hacer que se fuera y lo dejaría despotricar como quisiera lejos de ella. Se despeinó con cansancio y lo miró nuevamente.
—Debo arreglar algo, en cuanto esté libre iré a casa, no tienes de qué preocuparte.
Extrañamente, Ethan con una sonrisa asintió y dándole un cariñoso beso, se fue sin más. Héctor sintió que era algo extraño, pero estaba tan cansado que solo se dio la media vuelta para volver a subir, y al recordar que había pasado tanto tiempo se estremeció y subió rápidamente.
No sin antes ordenarle a Herminia que hiciera algo que le gustara a Liliana, para aligerar su estado de ánimo. Mientras subía, comenzó a prepararse mentalmente para una nueva rabieta, pero la voz de la ama de llaves se escuchó.
—S... Seño...
—No quiero escuchar r