Tatiana
—¿Mate? ¿Cómo que mate?— preguntaba yo absorta, mientras que mi amiga parecía simplemente haberse quedado infartada.
Mi hermano estaba como loco, agitado como toro, queriéndose lanzar encima de ella y yo agradecía que al menos estaba vestido.
—Ella es mi mate... mi mate única y verdade