Capítulo 103 Quiero conocer a ese hombre
— ¡Papá!
— ¿Estás lista para contarme?
—Son muchas cosas.
—Lo sé. Quizá lo que más tengo ahora es tiempo para escucharte. Sé que yo soy una de tus preocupaciones. No quiero serlo, pero lo soy, hija, y lo lamento tanto.
—Tú no, papá. No eres tú, tartamudeo ella.
—Soy el culpable de lo que pasó en la empresa. Dejé que Cristina cometiera esos errores, no la supervisé. Es que… estaba cansado del día a día, trabajo y más trabajo, sin ningún aliciente. En verdad pensé que Cris lo estaba haciendo bien.
—No es solo los errores de ella, papá. El mundo está muy cambiante y la empresa tiene que cambiar también. Necesitamos nuevas máquinas, nuevos proveedores y nuevos clientes para obtener mejores precios… Quizás es mi culpa, te dejé solo.
Samuel miró a su hija, la tristeza en su rostro, dando paso a una luz de esperanza. En ese momento, vio no solo a la hija que lo necesitaba, sino a una mujer con una visión y una fuerza que él había perdido.
—Entonces no