Durante el trayecto se reunieron con el otro equipo de Arnulfo, quienes se dedicaban a guiar con sus linternas el sendero, pausaban durante algunos para que el doctor revisara sus signos vitales, y que respirara.
No tardaron mucho tiempo cuando se encontraron con Dalil y los paramédicos, que colocaron otra sábana térmica para cubrirla. Ernesto observó a su hermano y de inmediato lo abrazó, sin ocultar su aflicción.
—Estará bien —expresó Dalil con seguridad.
El joven subió a la ambulancia y se dirigieron de inmediato a la clínica.
***
Por la tarde.
Alondra estaba sentada en uno de los sillones en donde arrullaba a Andy, dándole pequeños golpecitos sobre su espalda, luego de que hizo lo mismo con Lis, cuando volvieron a llamar a la puerta. Farah abrió y se encontró con Doña Inés, quien llevaba a Aby, muy bien abrigada.
—Lamento mucho llegar así, pero la angustia me está matando —refirió la mujer.
—No te preocupes —Farah respondió y le permitió el paso.
Doña Inés le entregó a sus brazos