Capítulo 48

Durante el trayecto se reunieron con el otro equipo de Arnulfo, quienes se dedicaban a guiar con sus linternas el sendero, pausaban durante algunos para que el doctor revisara sus signos vitales, y que respirara.

No tardaron mucho tiempo cuando se encontraron con Dalil y los paramédicos, que colocaron otra sábana térmica para cubrirla. Ernesto observó a su hermano y de inmediato lo abrazó, sin ocultar su aflicción.

—Estará bien —expresó Dalil con seguridad.

El joven subió a la ambulancia y se dirigieron de inmediato a la clínica.

***

Por la tarde.

Alondra estaba sentada en uno de los sillones en donde arrullaba a Andy, dándole pequeños golpecitos sobre su espalda, luego de que hizo lo mismo con Lis, cuando volvieron a llamar a la puerta. Farah abrió y se encontró con Doña Inés, quien llevaba a Aby, muy bien abrigada.

—Lamento mucho llegar así, pero la angustia me está matando —refirió la mujer.

—No te preocupes —Farah respondió y le permitió el paso.

Doña Inés le entregó a sus brazos
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