"¡¿Lance aquí?!"
Pensó sorprendido el Barón Jones.
— Virginia…
La bella Gorianita volvió a ver al hombre rubio que llamó su nombre.
— Que el Márquez te haya dado ese polvo, quiere decir que caíste en desesperación por el hecho de tenerle hijos a Lance, ¿No es así?
Ella asintió rápidamente, solo segundos después ambos volvieron a escuchar a la asistente y las doncellas tocar nuevamente a la puerta.
— ¿Su majestad, se encuentra despierta? Si no tenemos su aprobación, nos veremos obligadas a irrumpir en su habitación a la fuerza. — Dijo una de las doncellas.
Allen en el interior hizo una expresión de molestía.
— ¿Qué les pasa a esas mujeres? — Susurró para si mismo.
Seguidamente, él se enfoco nuevamente en la hermosa extranjera.
— Sé que te preocupa quedarte embarazada de Lance. Pero no es necesario que atentes con tu vida ingiriendo