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UNA MENTIRA, UNA FACHADA 1/2

Mientras trataba de procesar toda la información sobre las barbaridades que mi padre había hecho, sentí como de a poco se acercaba con la intención de tranquilizarme.

—Aléjate, padre, por tu causa mi vida tomara un camino que nunca pensé que iba a tomar ¡¿Como fuiste tan irresponsable, como no pensaste en mí?!—le gritaba enojada.

—Si lo hice y cada cosa que hago es para que no te falte nada. 

—Deja de mentir, todo lo gastas en tus vicios, ese maldito cigarrillo y el alcohol que consumes con frecuencia. ¿Crees que no lo sé? ¿piensas que solo trabajo y ya? pues no, mientras lo hago veo cómo te alcoholizas y la manera en que fumas, pero esto, de que comercies con drogas me desilusiona totalmente. Nunca pensé que me fallarías de esta manera, entiendo lo que mi madre nos hizo, pero no es para que te comportes asi.

—Para ya Mod, no me juzgues, no es fácil todo esto.

—¿¡De veras!? ¿Crees que esto es justo, tener que ser parte de un plan atroz?

—Te dije que no aceptaras y no lo haras—enfatizaba alzando la voz.

—¿Es que no te das cuenta? no tenemos opción, nos metiste en esto y ahora yo debo responder para evitar que vayas a prisión y perdamos el bar…

—Aun asi...

—No quiero seguir escuchandote, me causas repulsión—dije, mirándolo con este sentimiento que nunca llegue a sentir por él. 

—Mod, cariño, no digas eso —pronunciaba y a la vez intentaba acercarse, sin embargo, lo rechace para seguidamente salir de la oficina sin importarme como se sintiera.

Aunque la tristeza me consumía evitaba llorar, no me identifico con una mártir y no empezaría a serlo.

En vista de que debía permanecer hasta que ese par volvieran decidí tomar asiento cerca del escenario. 

Unos minutos más tarde el dúo volvía y con ello estaba de vuelta en la oficina ya que debía finalizar lo que se haría.

Al entregarme la nueva identidad notaba que está tenía una foto, misma que no sabía cómo habían podido obtener

—¿Cómo consiguieron una foto de mí?

—Digamos que tenemos excelentes fuentes asi como socios que nos hacen la vida más fácil.

—Reina ¿podrías bailar como lo haces en el escenario?—inquiría Brend admirandome de esa forma incómoda.

—Deja de decir estupideces, Brend, ya te dije que ella es para Philips, asi que despeja tu vista de la manera en que lo haces—espetaba Paul mirándolo con enojo.

—Solo era un baile...

—¡Cierra la boca, estúpido! ¿Es que aparte de ser tonto también eres sordo?—al escuchar ese despectivo comentario resoplaba enojado. 

—No sigo y deja de insultarme, Paúl.

—Entonces deja de colmarme. Reina, lo que haremos será lo siguiente, asi que presta atención. Mañana a primera hora te recogeremos para llevarte con la señora Ann; la madre de Philips, para ella solo serás la chica que buscamos para que sea la novia falsa de su hijo. Indicado ese punto está de más decir que no puedes mencionar nuestro plan, ya que de hacerlo no te agradara lo que haremos ¿lo entiendes?

—Claramente.

—Aclarado ese punto dejanos tu número telefónico, de esa forma te contactaremos para indicarte el lugar de encuentro. 

Previo a que se marcharan manifestaban que usara un atuendo acorde a la ocasión, uno lo suficientemente bueno para captar la atención de Philips.

Verlos partir me llevo a hacer lo mismo, me negaba a estar cerca de mi padre.

Previo a mi salida del bar me despedia de Viggo, mi interés sexual y al mismo tiempo ese amigo que estaba cuando necesitaba un poco de cariño.

Estando afuera me topaba con mi tía Molly,  la cual me miraba extrañada al encontrarme allí. 

—Tía ¿qué haces aquí?

—Esa misma pregunta me la hago yo ¿qué haces aquí, Moddie?

Como necesitaba alejarme y pensar en lo que le diría pedí que me llevara a otro sitio.

Minutos después, tomamos asiento en las bancas que estaban cerca de la playa, lugar que aunque no era el adecuado para mí debido a mi fobia al mar de alguna manera me tranquilizaba.

—Fui al bar para hablar con tu padre, precisamente de ti ya que muy poco se de ustedes, pero verte allí me dejo perpleja. Necesito que me digas que hacías en ese lugar ¿qué está ocurriendo?

—Solía trabajar allí, tía, pero no de lo que crees sino como bailarina.

—¡¿Qué?! ¿Cómo Freddie permitió eso? 

—No fue su culpa yo propicie que pasara, lo obligue prácticamente. 

—Pero ¿de qué hablas?

—Quería conseguir dinero rápido y pensé que allí lo obtendría, pero no fue como pensé... Tía no puedo seguir mintiéndote, me gusta ser atrevida, que los hombres me miren, sé que dices que eso no es de una dama, pero no me considero como tal, siento que mi esencia es diferente a la que esperas. Perdona si te lo oculte, pero no podía decírtelo.

—Moddie, lo que me dices, no puedo… eres menor de edad ¿cómo hiciste para bailar allí?

—Usaba una identificación falsa, en ella decía que era mayor.

Ella al escucharme  se horrorizaba, de tal forma que se levantó del asiento quedando pensativa.

—¿Quiere decir que tu padre anda en malos pasos?

Ante esa pregunta cubrí mi rostro con las manos, no quería llorar, pero cada vez eran mayores las ganas de hacerlo.

—Dímelo hija, por favor—insistía, quitando mis manos del rostro.

—No puedo tía, perdón... pero no puedo decir más. Solo te diré que ya no estaré en el bar, me ocupare de otra cosa la cual no puedo decirte—escuchar mi respuesta la hizo tomar asiento nuevamente luciendo muy preocupada por mí.

—Sabía que tu padre no sería buena influencia para ti, por eso cuando eras niña te propuse que te quedarás conmigo, pero te negaste. 

Sin percatarme sus palabras hicieron que empezara a derramar lágrimas, ella por su parte no dudaba en abrazarme, intentando consolarme de esa forma. 

En vista de como me encontraba decidió llevarme a casa, a pesar de su preocupación entendía mi silencio. 

Estar en casa me llevo a ocultarme bajo las sábanas. No quería saber de el plan que debía llevar a cabo, tampoco de mi padre quien enfatizaba en qué lo escuchará, sin embargo me negaba a ello...

A la mañana siguiente tras haberme alistando notaba que mi padre ya no estaba, tal parecia que se había marchando al trabajo, por mi parte era contactada por Paul, el cual me indicaba el lugar de encuentro a dónde debía ir.

Estando en el sitio, al poco tiempo aparecía frente a mi un Rolls-Royce que se veía prácticamente nuevo; el vehículo que tenía los vidrios ahumados de a poco bajo una de las ventanillas y dejo ver a uno de ellos.  

—Sube lindura— decía ese sujeto llamado Brend, quien me miraba de esa forma tan asquerosa que solo entre en el auto sin decirle nada. Estando dentro escuche los reclamos que su hermano le hacía.

—Brend, te lo juro, si esto no sale bien por tu estupidez con Moddie, te aseguro que te mato asi seas mi hermano.

—Tranquilo Paúl, solo bromeaba con ella no lo tomes asi 

—Pues para de hacerlo, si Philips se da cuenta lo que pensamos hacer se irá al caño.  Por cierto Moddie—se giraba para mirarme de frente—. Te ves muy bien, espero captes la atención de nuestra víctima.

—Sí, eso espero ¿nos vamos?—dije viéndolo con enojo y manteniendo los brazos cruzados. Esto que haría nunca pensé hacerlo, amaba mi libertad y con esto sentía que la estaba perdiendo. 

—Tranquila, reina,  no te enojes cuando termines el trabajo serás otra, una con mucho dinero —mencionaba Paúl para sonreírse con su hermano algo que no me daba un buen presentimiento...

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