Muy impredecible

"Significa que no te vas. Lo siento. No quise lastimarte. Me malinterpretaste, Adrian. Pero no volver a casa estos días me está doliendo mucho.

Hagamos las paces. No podemos tener este malentendido mientras nuestros hijos nos miran. ¿Qué tipo de ejemplo les estamos dando? Por favor, mi amor, lamento haberte lastimado de cualquier manera posible", se disculpó Jane.

"Ya no me duele, Jane. Pero no quiero estar contigo y Richard por ahora", declaró Adrian.

"¿Me estás lastimando por culpa de Richard? Siempre fuimos tú y yo antes de que Richard llegara. ¿Por qué deberías castigarme por él?

Sabes qué, Richard es igual que tú. Dos hombres tercos y yo me encuentro en medio. ¿Por qué me castigas, Adrian?", suplicó Jane.

Se puso de puntillas y besó a Adrian, rodeando su cuello con los brazos. Los dos amantes pronto se besaban apasionadamente.

"Bien. Si tú también decides no creerme, entonces no hay nada que pueda hacer al respecto. Pero si puedes, ayúdame a tener una reunión con