Inquietud
La matrona asintió y sonrió. La única niña en el orfanato que se llamaba Bella era la que había sido adoptada unos meses atrás.
"¿Podemos obtener la información sobre su hija y la documentación legal que firmó?". Amanda sonrió y sacó todos los documentos necesarios y los puso delante de la matrona.
Después de revisarlos y compararlos con las copias del orfanato. Se dio cuenta de que, en efecto, era su hija la que había sido dada en adopción.
"Esperamos por usted muchos años. Otros padres regresaron a buscar a sus hijos y muchos fueron adoptados, excepto Bella...", la matrona divagó.
No podían contactarla. Cambió su dirección y sus contactos estuvieron siempre apagados. Como no había información sobre ella, no podían informarle que su hija había sido adoptada.
"Lo siento, señora. La vida fue injusta conmigo, así que decidí marcharme por unos años. Pero ahora he vuelto. Tengo un trabajo y he regresado a buscar a mi hija", explicó Amanda Smith.
La matrona asintió. Miró a la jov