Jace miró a Arianna y la vio sonrojarse. Estalló en carcajadas y la atrajo hacia sí. Volvería a casa temprano esa tarde y pasaría un buen rato con Arianna.
"¿Por qué te sonrojas? Siempre has sido mía y eres perfecta para mí", dijo y la besó.
Arianna escondió su rostro en el hueco de su cuello. El perfume de su cuerpo era fuerte. Olía bien y se sintió atraída por él de nuevo.
"Esta noche te mudarás a mi habitación. Quiero verte a primera hora de la mañana y ser la última persona antes de cerrar los ojos para dormir. ¿De acuerdo?", declaró Jace.
Arianna le besó la barbilla y asintió.
Chase acababa de regresar del almuerzo cuando vio a Rosalinda esperando en la recepción. Se quedó aturdido y forzó una sonrisa. Gracias a Dios, estaba solo.
"Ya que te negaste a llamarme o a reunirte conmigo, he venido a buscarte. He venido a verte por algo importante", declaró Rosalinda.
"Oh, claro. Ven", declaró él y entró en la oficina. Rosalinda agradeció a la recepcionista y siguió a Chase.
Tan pronto