—¿Por qué me involucras en asuntos que no me conciernen? Te dijeron que encuentres a la madre de tu hijo y te cases con ella. ¿Cómo es eso asunto mío? ¿Por qué me usas como referencia? —le espetó Jace a su hermano.
—Eres el mayor y deberías ser el primero en casarte, no yo —replicó Chase.
—¿Y quién te dijo que el matrimonio es por antigüedad? —exigió Jace Hudson.
—Voy hacia ti ahora, Jace. Solo sabes de control, poder, riqueza y empresas. ¿Cuándo vas a darme nietos? —le recriminó Amelia a su hijo.
Jace es su hijo adorable. Lo ama tanto que le dijo una vez que en su próxima vida él seguiría siendo su hijo, incluso en su séptima vida.
—¿Yo? —Jace fingió no entender que su madre hablaba con él. Sus oídos estaban llenos de quejas sobre nietos. Se casará cuando encuentre a una mujer digna de estar a su lado.
—¿Quién más responde al nombre de Jace Hudson aquí? —preguntó Amelia mirando a su alrededor como si buscara a alguien.
—Vamos, mamá. No he encontrado a una mujer para casarme —dijo Jac