Mientras tanto, Jasper activó a todo su personal, ordenando registrar cada rincón del local.
Los hombres de Marcus, salvo Gavin, quien permaneció a su lado, se dispersaron con precisión quirúrgica, conscientes de la urgencia. Incluso consideraron la posibilidad de que Rubí hubiera sido sacada del bar, por lo que extendieron la búsqueda más allá del edificio.
Marcus avanzó con pasos firmes hacia la última ubicación conocida de Marcia. Pero al llegar, se encontró con una escena incompleta: dos chicos permanecían en la sala con sus acompañantes… todos los demás habían desaparecido, incluida Marcia.
Gavin encendió las luces y apagó la música ensordecedora. Marcus se detuvo en el umbral de la puerta y, con una voz tan cortante como el hielo, preguntó:
—¿Dónde está Marcia?
Su sola presencia llenó la habitación de una presión opresiva.
Los chicos palidecieron, sus piernas temblaban como si fueran de gelatina.
—E-ella dijo que iban a otro sitio… No sabemos a dónde fueron… —balbuceó uno, visib