Mientras tanto, en su mente, Eva seguía preguntándose por qué Marcus Maxwell se había movido tan rápido. ¿Qué había visto en Rubí? ¿Por qué pagarle tanto a una simple "niñera"?
Rubí también estaba llena de interrogantes. Marcus había depositado una fortuna sin consultarla. Y ahora su madre pensaba que podía usar ese vínculo para sacar provecho. Pero lo que más dolía... era que aún creía que Rubí no podría valerse por sí misma.
De pronto, Eva soltó:
—Rubí, alguien del Grupo Maxwell visitó la casa.
—¿Qué? —preguntó Rubí, frunciendo el ceño. Sus ojos se llenaron de sospecha—. ¿Quién fue?
—Escuché que el hijo del Sr. Maxwell te ha tomado cariño. Quería que trabajaras para ellos unos días. Obviamente, es imposible que te cases con alguien de la familia Thomson... pero aún podemos cerrar ese trato. —Eva intentó suavizar el golpe con una sonrisa débil—. Es más... no vas a trabajar como niñera. Serás una terapeuta dentro del Grupo Maxwell. Ellos adaptarían tus horarios para que puedas continu