Rubí asintió.
—Sí, tengo la intención de disculparme.
—Mejor hágalo pronto. Cuanto más se demore, más impredecible puede volverse la situación —le advirtió él con seriedad.
—Lo sé —respondió ella con un leve gesto de cabeza.
Al llegar a la entrada principal de la universidad, Rubí le pidió a Gavin que detuviera el coche. No quería llamar la atención con el lujoso vehículo de Marcus estacionado frente a la escuela; temía los comentarios de los estudiantes.
Una vez dentro, se reunió primero con Emily y luego con su profesora para completar el registro. Después, ambas se dirigieron al salón de clases.
Apenas entró, Rubí sintió las miradas curiosas clavadas en ella. Algunos compañeros cuchicheaban en pequeños grupos. Marcia también apareció, todavía con heridas visibles. Al ver a Rubí, sonrió con cierta incomodidad.
Rubí sabía de qué hablaban: los rumores sobre su relación con Noah y Marcus, además de la noticia de que había abandonado la familia Gibson. Sin inmutarse, caminó con eleganci