Después de ese momento en la sala Martin me dijo para regresar a la cama, lo cual acepte, aunque
esta vez no pude dormir solo me quede recostada en su pecho disfrutando de la compañía en
silencio.
No quería que ese momento terminara, me sentía tan segura en ese momento. El teléfono de
Martín comenzó a zona lo cual hizo que yo soltara un quejido.
-Por favor no lo tomes, déjame disfrutar un rato más de esto-
-¿pero que tal si es importante? Sera rápido valentina-
-Esta bien- acepté que tenía razón y me hice a un lado.
Se levanto y tomo el teléfono mientras yo lo veía desde la cama.
-Hola mama… ¡¿Cómo dices?!-
Cuando hizo esa pregunta me coloque de pie rápidamente sintiendo un poco de miedo.
-¿Qué pasa Martin?-
-¡¿mi padre está bien?!-
Mi corazón comenzó a acelerarse esperando que no tuviera nada que ver con mi hijo, la llamada
no duro mucho cuando Martin colgó guardo su teléfono y corrió por la habitación colocándose los
zapatos y buscando su saco.
-¡¿Qué es lo que esta pasando Martin?!