La incertidumbre de no saber qué me deparaba el destino después de que todo mi universo se viniera abajo, después de enterarme del secreto que ocultaban Olivia y Ana.
Siempre me mantuve segura de mi misma, controlando todas las situaciones que me rodeaban y absolutamente confiada de que nada podía desestabilizarme. Tras una caminata de más de veinte minutos, entré en un café para relajarme un poco y pensar bien las cosas.La cafetería era pequeña, bonita y acogedora. Al principio había entrado ahí sin saber muy bien por qué; algo atrajo mi atención. Me senté en una mesa de la esquina, la más alejada de la puerta. Necesitaba hablar con alguien y que mejor con mi mejor amiga, Rebecca. Saqué de mi bolsillo mi celular barato q