Capítulo 4

Eva North

No me levanté de mi lugar cuando él retrocedió dos pasos y se ocultó tras un árbol, probablemente para cambiar de forma. 

Sabía que alrededor de todos los bosques habían cajas de emergencia para cuando tenían que cambiar de forma. Muchos preferían su desnudez, pero mayormente los que tenían sus mates con ellos preferirían cambiarse de inmediato. 

Por eso agradecí que él se cambiara, ya que tenerlo en frente de mi desnudo para empezar una conversación no sería una buena idea. 

—Levántate. 

Su voz era varonil y muy masculina y me hizo temblar mientras acataba su orden y me colocaba de pie. 

Sabía que no era un bonito cuadro de ver. Mi cabello negro probablemente se encontraba lleno de hojas y tierra y todas las demas partes de mi cuerpo se encontraban llenas de lodo. Todo había sido en un intento por aplacar mi olor y que fuera más difícil que me persiguieran cuando se dieran cuenta de que había huido. 

—¿Cuál es tu nombre? —cuestionó cuando mis ojos azules se encontraron con él. 

Y casi me quedé sin aliento al observar toda la extensión de su cuerpo. 

él era alto, muy alto, su cabello era rubio, de un rubio sucio y apagado que me dio ganas de tocarlo, con ojos verdes esmeralda y una piel tostada que me hizo querer pasar mis manos por ella. 

Algo andaba mal y con cada cosa que sucedía confirmaba aquellas sospechas que se arraigaban en mi mente. 

Este hombre frente a mi probablemente era mi mate, pero no lo diría ni lo sugeriría mientras él no dijera nada al respecto. 

—Eva North. 

—El mío es Damon Lennox, alfa de esta manada y es mi responsabilidad saber por qué una humana está vagando por mi territorios. 

Decirle la verdad o mentir. Era algo complicado, pero si decía la verdad él me regresaría con mi manada y terminaría colgada al final de la tarde.

Yo quería vivir. 

—Mis padres murieron, decidí mudarme de manada e iba en camino a la manada del oeste, pero terminé perdida. Le juro que no busco nada aquí, solo quiero ir a donde iba en un inicio. 

Sus ojos me repasaron con cuidado y mis manos se apretaron contra la tela de mi vestido blanco, que ya no era blanco para estos momentos. 

—No puedo dejarte ir —dijo simplemente y yo casi me atraganté con las lágrimas que querían comenzar a salir. 

Estaba frente al mismísimo Damon Lennox y era probable que me arrojara a una mazmorra o me volviera una esclava de aquí en adelante. 

Una persona no podía ser tan cruel y sin sentimientos independientemente de que tuviera que ser un alfa respetado y temerario. Él era la personificación de la maldad y la crueldad y yo ahora había caído directo en sus garras. 

—No he hecho nada para que me mantengas aquí —dije en un intento vano por excusarme. 

Sus manos se apretaron en puño y tronó su cuello mientras sus ojos verde esmeralda amenazaban con cambiar de color a un negro oscuro y vacío. 

—Oh por dios, no —susurré retrocediendo y a causa de mis temblorosas piernas terminé cayendo al suelo. 

—¿Puedes sentirlo? ¿No se supone que eres humana? 

él dio un paso en mi dirección y mis manos se levantaron como si tuviera miedo de que me atacara. 

—He vivido en una manada toda mi vida, sé lo que el cambio en tus ojos significa. 

Un nuevo gruñido de su parte me hizo estremecer y rogué porque no me marcara en ese mismo instante, porque si sus dientes llegaban a estar cerca de mi cuello no habría escapatoria. 

Yo no quería un mate, no quería estar conviviendo toda mi vida con un ser que me consideraría inferior a él por no tener sus mismas capacidades y por la mirada que este alfa me estaba dando era claro que pensaba aquello. 

Yo solo era una débil humana, no debería haber posibilidad de que fuera la mate de un hombre lobo, sobre todo un alfa al que todos consideraban que era cruel. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo