Tres años después…
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Lily Lloyd
Salgo de mi oficina con una carpeta entre las manos a la que no dejo de mirar, porque lo que me encuentro allí es una barbaridad. Llamo a la puerta de Mitch, él responde que pase y en cuanto me ve, se despide de quien está tras la línea.
—Te dejo, mira que vienen a matarme. Si no respondo el siguiente llamado, ¡llama a Scotland Yard!
—¡No me jodas, Mitch! —le digo molesta lanzando la carpeta a su escritorio.
—¡Dulcifícame el tono, preciosa! ¿Para eso te acompañé a las terapias, para que me agredas verbalmente? —me dice con un puchero y yo levanto mi puño.
—¡Puedo agredirte de otra manera!
—¡¡AUXILIOO…!! —comienza a gritar, pero yo le tapo la boca, lo que él aprovecha para lamer mi palma.
—¡¡Asco, asco!! —me limpio la mano y me dejo caer en la silla—. Mitch, eso no está bien.
—¿En serio? —me dice tomando la carpeta, la ve y se ríe a carcajadas—. ¿Quieres más?
—¡¡Claro que no!! Vamos, ¿es que no lo ves? Sólo soy una recién egresada que está haciendo su