Capítulo 29. Llamen a emergencias.
Después de una hora, Isabella ya estaba un poco más calmada y vio a Carla bajar las escaleras para luego retirarse a la empresa, por lo que decidió subir para hablar con Bastian.
— Bastián. — Llamó al tocar la puerta de la habitación del pequeño.
— No quiero hablar contigo, vete de aquí. — Gritó el niño al otro lado molesto y el corazón de Isabella volvió a apretarse.
— Lo siento si hice algo para molestarte, así que cuando estés listo puedes venir a hablar conmigo y lo aclaramos. — Suspiró Isabella abatida recostándose de la puerta, pero al darse cuenta de que no recibiría ninguna respuesta, se fue a su habitación.
Acostada en la cama comenzó a sentirse un poco sobrepasada, estaba muy preocupada por su padre, por la empresa y por los sentimientos que empezaba a tener por Meyers, tenía miedo de que esto último pudiera lastimarla mucho. Sabía que estaba aquí por un contrato y cuando esté terminé no sabía si aún él querría continuar casado con ella, además que Bastián quiera que ell