Pero enseguida me tranquilicé. Aunque no sabía por qué Edmond había cambiado de opinión de repente, me alegré de ver ese cambio y me olvidé al instante de hacer las maletas.
Seguí a Edmond hasta la puerta. Caminó recto en dirección a mi manada del Bosque de Piedra y finalmente giró hacia una zona re