Al día siguiente, y como cada día Adhara Raphaella fue a su trabajo en el hospital, cumplió con su jornada de trabajo y ya estaba de camino a la cita con Zeynep.
Zeynep terminó la cena de negocios y se dirigió al hotel donde se hospedó, llamó a su tía y pudo escuchar a su pequeña.
Fue al baño y bajo la lluvia artificial trato de despejar sus nervios.
Aún seguía creyendo que Adhara tenía contacto con Emir.
Al igual que Adhara se sentía nerviosa y con temor de que Ugür supiera de su pequeña y tratará de quitársela.
— ¡Alah! Alah, no permitas que me quiten a mi hija, por favor.
Se metió a la cama tratando de conciliar el sueño.
Al día siguiente se levantó temprano se duchó y arregló, luego fue a recorrer las nuevas instalaciones que adquirió, hasta que llegó la hora del almuerzo con Adhara.
Llegó al restaurante, la anfitriona la guio a la mesa con vista al jardín y espero, diez minutos después estaba Adhara caminando en su dirección.
Zeynep se puso de pie para saludar y recibir.
— Zeynep