El nuevo año empezó con mucho trabajo, y aunque las reuniones de diciembre sirvieron para dejar la gran mayoría de los pendientes listos, otros más debían ser resueltos en los próximos meses, por ahora me estaba concentrando en buscar a un equipo técnico de acuerdo a las necesidades que como coordinador deseaba.
Estaba saliendo de una reunión con algunos miembros del equipo artístico, cuando por la calle la observé, venía cargando unas bolsas, por un momento pensé en volverme a meter a la oficina, pero fue algo tarde.
—¿Sarah? – su voz me detuvo, y me volteé a verla — ¿te acuerdas de mí? Soy Marianne, Marianne Rizzo, soy hermana de Arturo.
—Ah sí, claro Marianne, te recuerdo perfecto… ¿Cómo están los niños?
—Oh ellos, bien, bien, encantadores y traviesos igual que siempre – sonrió y me miró fijamente — ¿Y tú? Me enteré de que estás trabajando para COSMO.
—Estoy bien, sí, me han aceptado y me siento a gusto.
—Eso me alegra bastante – pausó y la sonrisa que tenía un momento antes, desap