Lleva horas el médico sentado al lado de la cama. Las gotas de sudor resbalan por sus sienes hasta que se las quita con el antebrazo.
- Sigo pensando que deberíamos llevarlo al hospital - vuelve a insistir.
- ¡Ya le hemos dicho que no es una opción! - Pit vuelve a encararse con él. Cada poco rato se repite esta situación, así que ya ni me preocupo - cierre la boca de una vez - murmura alejándose.
Rose sale de la cocina con mas trapos que acaba de lavar. Solo me preocupa la cantidad de sangre que ha perdido y aunque casi la hemorragia ha parado aun sale un pequeño hilillo de sangre del agujero que hizo la bala.
- No parece que haya tocado ningún órgano vital aunque no puedo asegurarlo- dice con los dedos dentro de la herida - pero sería importante hacerle una transfusión de sangre - Bueno, eso es fácil. Se le hace y listo. Por fin se va solucionando y que