Luego de dormitar un rato, Óscar retiró los brazos que tenía sobre Sam con cuidado de no despertarla, se puso de pie y salió hacia la cocina por un vaso con agua. Justo en ese momento el sonido de la puerta se escuchó, ladeó los labios sonriendo al ver llegar a Gaby, por lo que se acercó a ella, luego de que encendió la luz.
— ¿Cómo te fue? —refirió bajito.
Gabriela se sobresaltó al verlo ahí.
—No sabía que aún estabas aquí —susurró—. Me fue bien, Alex es una persona muy agradable.
—Norita me invitó a quedarme a dormir —explicó mirándola atento a los ojos.
Ella rio sin poder evitarlo.
—Y por supuesto no te pudiste negar —bromeó, sintiendo gran nervio