Debo decir que la conversación se tornó extraña, al menos para mí. Austin me tenía bien abrazada y el resto no parecía importarle. Gretel, supongo, asumió que lo que veía era parte de nuestra actuación y Theo, bueno, el simplemente pensaba en que Austin y yo estábamos casados.
—Iré por otro jugo. — Soltó entonces mi amiga levantándose de su asiento, en seguida Theo la siguió y no hice más que reírme. Parecía un perrito fiel siguiendo a su dueño.
—¿Te encuentras bien? — Miré a Austin quien parecía verse más apuesto de lo normal. Simplemente solté un suspiro y asentí.
—Solo una cosa. ¿Era necesario marcar mi cuerpo a ese nivel? — Pregunté por lo bajo. Austin inclinó levemente la cabeza y luego acercó sus labios a mi oreja haciendo que mi piel se erizara.
—¿Quieres que me disculpe por haber hecho algo que te complació? — Podía escuchar la ironía en su voz. Me erguí y lo empujé levemente.
—No te hagas el listillo. — Su suave risa inundó el ambiente y yo no hice más que darme por vencida.