Capítulo 38

Rebeca

Jean apretó mi mano tan fuerte, que sentí como se quebraban mis huesos, lo hizo para tratar de intimidarme.

—¡Esto es absurdo! Mi esposa nunca se presentó ante un juez a presentar la demanda, están mintiendo.

—Tiene razón señor Page, ella no se presentó a solicitar el divorcio personalmente, porque usted la tenía encerrada en su casa, como a una prisionera, pero yo soy su representante legal y cuento con un poder firmado por ella para actuar en su nombre y representación —Me sorprendí mucho al escuchar a Roxanne en su papel de abogada, me enorgullecí de mi amiga.

—¿Pero en qué momento? —Aproveché su desconcierto y jalé mi brazo, para que soltara mi mano.

—¿En qué momento? ¡No importa en qué momento! Lo importante es que lo hice —Corrí hacia donde estaba Gera

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