Laika
"¡Alfa Karim, tiene que venir a las fronteras, Alfa Khalid está cabalgando hacia nosotros!", anunció el guerrero. El pánico era evidente en su voz.
Miré a Karim y él me agarró del hombro, mirándome a los ojos. Sabía lo que estaba a punto de pedirme, así que sacudí la cabeza.
"Tienes que quedarte aquí", me dijo, persuadiéndome.
"No. Karim, ya he recibido suficiente entrenamiento de ti. Ya puedo enfrentarme a él".
"Lo sé. Pero no quiero que te provoque el uso de tus poderes. Aún no puedes controlarlos y podrías usarlos con la gente equivocada o descontrolarte".
"No lo usaré. No dejaré que me provoque. Por favor, necesito hablar con él".
"Laika, por favor".
"Por favor", le supliqué, cogiéndole la mano. "Te prometo que solo diré lo que tengo en mente y nada más. Me merezco un cierre".
Se me quedó mirando un rato y gruñó derrotado. "No te dejaré luchar".
Sabía que intentaba protegerme de Alfa Khalid, pero ¿y si era yo quien tenía que matar a esa bestia? No haría nada a menos