El abogado Marco y su pequeña traviesa siguen en contacto. La chica ya ha terminado sus vacaciones y está de vuelta en la ciudad para continuar con sus estudios, cosa que tiene muy contento a su enamorado porque estarán más cerca y podrán verse más seguido.
— ¿Tus padres saben que pasó algo entre nosotros? —Preguntó. Observándola con ojos de amor.
— No. Si se enteran me castigarán y me enviarán de regreso al campo. No me lo quiero ni imaginar, se sentirán deshonrados y avergonzados con el señor Volkover, siendo gracias a él que estoy sacando la carrera de mis sueños. —confesó.
Marco es muy cariñoso y detallista con su chica. A estas alturas ninguno de los amigos está enterado de su relación con ella, prefiere que sea así porque teme que la molesten, así como hacían con Jandé e Imanol. Ahora que lo recuerda, sonríe por cada broma que hicieron y que ponía de los nervios a Imanol.
— ¿En qué piensas? Debe ser algo muy divertido porque estás sonriendo. —Dijo la chica al estar a su lado mie