Esteban le informó a la chica que al ser dada de alta la trasladará directamente hacia la casa hogar en donde permanecerá el tiempo que ella estime conveniente.
— Doctor, me gustaría agradecerle en persona a su amigo. Han sido varios días los que he estado hospitalizada y usted ha dicho que él no me cobrará nada. ¡Él es una persona muy bondadosa y digna de admirar!
— Está bien. Pediré un espacio para que lo visites, él es un tipo muy ocupado, arrogante y de muy poca comunicación. —Mintió. Disfrutando ver las muecas que hace en su rostro cada vez que le menciona un defecto.
— Haberlo dicho antes, no me hubiese metido en este asunto. Ahora tengo miedo hasta de pensar en las palabras que le voy a decir.
— Él es un gruñón igual que tú, estoy seguro de que se entenderán con facilidad. —continuó molestándola.
— Será mejor olvidarse de esa visita. Me gustaría agradecerle mediante una llamada telefónica.
— Esa es buena idea, aunque él casi no tiene tiempo para responder llamadas. ¿Qué tal si