Capítulo 33
Marina
Mientras bajaba las escaleras luego de media hora dentro de aquella habitación, comencé a sentirme nerviosa al ver como mi presencia llama la atención de Alejandro y su madre. Los cuales al parecer mantenían una conversación para nada agradable y lo digo por la expresión de molestia en sus rostros.
– ¿Perdón interrumpo? – pregunto a la defensiva para ver si no soy la causante de dicho problema.
– Hola querida, no interrumpes nada. De hecho iba a ir a buscarte en unos minutos para hablar contigo; hay muchas cosas que me gustaría platicar contigo.
– Por mí no hay problema, pero me gustaría saber donde están mis hijos.
– Los niños están bien, están durmiendo en la habitación de la derecha a la de ustedes. Sígueme hasta el jardín, ahí estaremos bien.
Una vez estuvimos las dos solas en el jardín, lejos de los ojos de Alejandro; ambas nos sentamos alrededor de una hermosa mesa situada ahí y después
la señora Ivana se quedó con la mirada gacha mirando algún punto fijo en