-¿Crees que nos castiguen por esto? -Cuestionó Froilan a Kairon limpiando la sangre que quedó en la alfombra.
-No lo sé, pero puedo decirte que no me arrepiento en lo absoluto.
-Eso lo sé, sé que lo merecía. Él nos arrebató a nuestra madre -acotó el mayor exprimiendo la toalla llena de agua y sangre fresca.
-¡Su majestad! Adelis está aquí y lo necesita -la voz de Davinia, una de las criadas más cercana a la familia; tenso a los hermanos.
-¡Dile que espere! -pidió él mayor limpiando rápidamente la sangre en la alfombra. Sin perder tiempo busco con la mirada a todos lados pensado donde podía esconder toda la evidencia incriminatoria, pero sin darle tiempo a nada la puerta fue abierta de golpe. La figura exuberante de Adelis no tardó en aparecer, su mirada felina se clavó en los hermanos escaneandolos con suma cautela.
-¿Dónde está su padre? -preguntó dando una mirada furtiva a las manos de Froilan.
-No lo sé -se encogió de hombros restándole importancia a su presencia, él joven sin