Gracias mis bellas, mañana estaré subiendo los últimos dos capítulos.
*La historia corta de esta parejita, la encuentran grątis en la página de Escritorąs en la luną, se llama Un verano diferente* Johan… Han pasado algunos meses desde la boda de Nathan, no puedo negar que soy feliz con Mitchell, es una mujer increíble y adoro a Ian, pero, estoy ansioso por formar una familia, quiero casarme y que tengamos nuestro propio hogar. Lo malo, es que cada vez que hablo con ella de ese tema, hace lo posible por cambiar la conversación y eso me desanima. Mi teléfono suena y me sorprendo al ver una llamada de mi hermana. —Hola, hermanita, ¿cómo estás? —Hola, Johan, tenía tiempo sin saber de ti y me tenías preocupada. —Estoy bien, sigo en el rancho con Mitchell —le informo, cuando decidimos darnos una oportunidad la llamé para darle la noticia. —¿Cuándo piensan casarse? —me interroga—, quiero asistir a la boda de mi único hermano. —Lo primero que necesitamos, es que ella acepte y la verdad no la noto muy convencida. —¿Por qué? —indaga. —No lo sé, me
Nathan… Mañana es nuestro aniversario, cumplimos tres años de matrimonio. Han pasado muchas cosas en este tiempo, estoy más feliz y enamorado que nunca. Hemos logrado desmantelar más casos de los que alguna vez me hubiera imaginado, Milly y yo seguimos teniendo algunas discusiones por lo mucho que se expone, pero confío en ella plenamente ya que sabe hacer muy bien su trabajo, aunque eso no impide que me preocupe la mayor parte del tiempo. Dania y Bartice tienen una pequeña llamada, Violeta, que los tiene vueltos locos, sobre todo a Azari, que está estudiando para seguir los pasos de su padre, ella y Mirta, la hija de mayor Benji, están siempre en comunicación, se hicieron muy buenas amigas, así como los gemelos e Ian, que se hablan muy seguido por videollamada; además que a la familia de Enzo le gustó tanto el rancho que ya han viajado en otras ocasiones a pasar algunas temporadas, intentamos acomodar nuestros días de descanso para disfrutar tiempo en familia. Nuestra ahijada, la
Si leíste Sumisa por accidente, ahí conociste un poco de Milly y ahora, te invito a leer su historia, espero que la disfrutes.De antemano les agradezco el apoyo ?Un día a la vez, es una novela escrita por Dannya Menchaca. (DannyaRent) registrada en SafeCreative bajo el código: 2304124037200Se prohíbe su distribución parcial o completa, ya que estará infringiendo con los derechos de autor. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Me despierto asustada y empapada en sudor, enciendo la lámpara de mi mesa de noche y veo que estoy en mi habitación; el corazón se me quiere salir del pecho y hago varias respiraciones tratando de calmarme.Observo el reloj y me doy cuenta que son las 3:30 de la mañana.Bufo con frustración, otro día sin dormir lo suficiente. Me levanto para ir a la cocina, pongo agua para prepararme un té y me siento a esperarlo.Hace ocho años, que Arya Anderson, agente de la DEA, me rescató de la casa de Massimo, con la ayuda de Enzo y el FBI. Aunque no he dejado de ir a terapia des
—¡Blake! —lo recrimina Dania—. No lo tomes en cuenta, usualmente sus mañanas no son buenas.—Ni sus tardes —dice el chico llamado Jang.—Ni sus noches —agrega Hammer y sueltan una enorme carcajada.—¡Basta! —vuelve a gritar—. ¿Acaso estamos en un concurso de chistes? —bufa y todos se quedan en silencio. Se acerca a mí y su mirada va directamente a mi apellido. —Soy el detective Nathan Blake —se presenta, y ahora que lo tengo frente a mí, noto que él no tiene uniforme: trae un pantalón negro y una camisa del mismo color, tiene una buena estatura y un cuerpo tonificado.—Emilia Harper —me presento y me da la mano dándome un fuerte apretón.—Vamos a mi oficina —me pide señalando la puerta por dónde salió hace unos minutos.Camino y él me sigue, entramos a la oficina y ahí también hay una enorme pantalla en la que salen todas las imágenes que hay en las computadoras que utilizan afuera. Me señala la silla frente a su escritorio y tomo asiento.—Por lo que pude ver en tu expediente, tiene
El restaurante es muy grande, tiene mesas de madera con manteles de cuadros blanco y rojo, las paredes tienen algunas pinturas, al centro de la mesa hay un jarrón con flores de colores, es un lugar bastante agradable. El mesero se acerca y nos da la carta, hay una gran variedad de comida, hacemos nuestra orden y antes de que se vaya, llega Nathan y se acomoda a mi lado en la silla vacía.—Lo mismo de siempre, por favor —le pide al mesero.—¿Dónde estabas? —lo interroga Yurem.—Sabes que no me gusta que me interroguen —contesta con seriedad—. Pero voy a responder a tu pregunta porque era algo de trabajo —explica—. Me reuní con los hermanos Demaryius.—¡Esos hombres son tan guapos! —exclama Dania suspirando y Nathan la mira recriminándola. —Me llamaron para notificarme de un caso de violencia doméstica muy sospechoso, Chloe estaba trabajando en eso, pero al parecer hay mucho más.—¿De qué estamos hablando? —pregunta Yurem.—Al parecer el tipo tiene negocios de drogas, pasé el contacto
—Hola Milly —me saluda Arya. —Hola, ¿cómo están?—Bien, pero estoy ansiosa porque me cuentes ¿cómo fue tu primer día? —me interroga. —No me puedo quejar, aunque el jefe es un poco estricto, me recibieron muy bien todos —le explico omitiendo a Yurem, que es la única que parece odiarme. —Me alegro, si necesitas algo no dudes en llamarme, sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. —Gracias, Arya.—Ahora ve a descansar, yo le contaré a Enzo para que no te llame y te interrogue. Sonrío al imaginarlo pidiendo todos los detalles. —Perfecto, saludos a mis pequeños. Colgamos y llego al edificio de los apartamentos, estoy por bajarme cuando de nuevo entra el Jeep negro a toda velocidad, pongo los ojos en blanco, espero no conocer a ese niño de papi, estoy segura que será muy desagradable y prepotente, con esa manera de conducir ya me cae mal. Al llegar al elevador acababa de cerrarse y ya no lo alcancé, por estar peleando mentalmente con el tipo ese, ahora tengo que esperar
—¿Todo bien señorita Harper? —pregunta Nathan a mis espaldas y la sonrisa se me borra de inmediato.—Milly —lo corrijo—. Y sí, todo está bien detective Blake. —Nathan —me corrije—. ¿Cómo van sus perfiles?—Muy bien, han tenido bastante movimiento. —Perfecto —dice y se da la vuelta para detenerse con cada uno de los compañeros. Se llega la hora de salida y vuelvo a quedarme un poco más tarde, estoy hablando con un supuesto chico de dieciocho años, que está muy interesado en mi edad, parece que le entusiasma demasiado pensar que tengo quince años.—¿No piensas irte a descansar? —me pregunta Nathan al salir de su oficina.—Sí, solo que hay un chico demasiado interesado en la adolescente que tengo en mi perfil —le explico y se acerca, pone una silla a mi lado y se sienta para empezar a leer la conversación.—Puede ser un acosador, pero no sé, su forma de expresarse me confunde un poco —menciona al leer la conversación—. Parece realmente un joven inmaduro. —Exacto, pero puede que esté t
Al llegar, me bajo del coche y me encuentro con Nathan en el elevador, subimos y presiona el número seis. —¿Sabías que éramos vecinos? —le pregunto. —Sí, vi tu dirección en tu archivo. —¿Tienes mucho tiempo viviendo aquí? —lo interrogo. —Tengo seis años, llegué a Florida cuando tenía tu edad, soy de Texas, de un rancho cercano a Houston. Ahora entiendo porque escucha música country, y no estaba tan equivocada con su edad, tiene treinta y dos años. —¿Aún tienes familia allá? —indago curiosa. —Sí, mis padres, mi hermana mayor y mi sobrino. El elevador se abre y caminamos por el pasillo hasta detenernos en nuestras respectivas puertas. —Espero que no seas la vecina que pide tazas de azúcar para el café —bromea. —No tomo café, prefiero el té —respondo y se ríe—. Pero si se me acaba el azúcar, es probable que te moleste —agrego. —Bueno vecina, nos vemos mañana —se despide. —Hasta mañana, vecino cowboy —me despido y suelta una risotada. —Extraño volver a usar mis botas y