—¿Segura? Porque a mí no me termina de convencer que, de tantos sitios para hacerlo, lo hiciera en la oficina de su trabajo — argumento.
—Oh vamos Marianne. ¿No has escuchado de abogados y doctores? ¿Dónde más se les consigue cuando deciden hacer lo que hacen? Sus oficinas, sus estudios caseros, yo