—Tienes que calmarte. Luciano está casado conmigo, Belmonte Raíces está en buenas manos — afirmo.
—¿Eres estúpida o te haces? — recrimina cruelmente América — Los Brown nos destruirán hasta los cimientos.
—No lo harán. Soy la esposa de Luciano. ¿Para qué destruirá la empresa de su familia política