Capítulo 29.

Vicenzo.

No quisiera decir te lo dije, pero, la verdad es que te he advertido cientos de veces y tú tan solo quisiste hacer caso omiso a mis palabras.

—¿Esta es una decisión que ya está tomada o todavía continúas pensando en si es lo correcto Alessandra? —Le pregunté a mi hermana. Ella había venido a visitarme en mi segundo día internado en el hospital debido a mi accidente, y me sorprendió al comentarme acerca de la discusión que tuvo con Pietro y en como eso le afectó. Mencionó que Ellie le aconsejo que ese tipo de cosas no hacía una persona que en realidad te ama y tiene razón.

Pietro Messina nunca ha sido de mi agrado.

¿Por qué? Porque es un hombre que solo está con mi hermana debido al enorme interés que posee por su dinero, y aquella no es una acción que cometa una buena persona.

Aquello es algo que pude saberlo después de verlo un par de veces al lado de mi hermana y de observar el trato que tenía hacia ella.

Aunque, bien dicen que el amor nos vuelve ciegos y tontos en ocasiones, y supongo que este es el caso de Alessandra y que se encuentra atrapada en un mismo círculo del que se le dificulta salir.

—Vicenzo...Si habrías escuchado la manera en que me trató, como se enojó tanto que me dijo cosas muy hirientes y creo que eso, de cualquier forma, ha conseguido abrirme los ojos —sollozó—He sido novia de Pietro por siete años, y parece que lo único que me ha traído esa relación es problemas con mis familias y ha logrado que me quede en el mismo lugar durante esa cantidad de tiempo. Creo que no me di cuenta de la gran cantidad de tiempo que he sido su novia, y después de la pelea de aquella noche, él solo empezó a dormir en el cuarto de invitados y ni siquiera me dirige la palabra...Yo amo a Pietro, y sé que él no me ama tanto como yo lo amo, y es una pena.

—El amor es una decisión al final del día, y siempre voy a repetirlo. Y cuando encuentras a esa persona correcta, no dudas de estar con ella en ningún momento.

Tan solo mírame a mí, que se enamoró de la mujer que era su esposa falsa por contrato y que ahora no imagina una vida sin esa maravillosa mujer a su lado.

—Si no estás feliz o contenta con la relación amorosa que tienes en la actualidad, no veo que haya una razón por la que debas continuar en el mismo lugar. Siempre lo más importante va a ser tu felicidad, y si ese hombre en vez de darte alegría, apoyo incondicional y paz, te genera inestabilidad e inseguridades, siento decirte que ese no es el hombre para ti. Mucho menos es, ni será nunca la persona que mereces —le aconsejé—Sé que apenas estamos empezando a tener una relación de hermanos un poco más estable y que desde la noche en la que hablamos con honestidad, tal como debíamos haberlo hecho hace mucho tiempo, te he prometido que voy a ser el mejor hermano que puedas tener. Pienso que nuestra mala relación es así gracias a que, durante nuestra adolescencia, cada uno se encargó de tomar su propio camino y nunca buscamos una unión entre nosotros, además, todos esos años que has estado con Pietro, no han hecho más que distanciarnos cada vez más. No soy una persona perfecta, ni tampoco soy nadie para que hagas lo que yo pienso o deseo, sin embargo, cada consejo que te he dado lo he hecho para que veas qué es lo mejor para ti. Como un hombre que no ha tenido buena suerte en el amor...

—Considero que tienes mucha suerte en el amor, ya que encontraste a la mujer perfecta para ti y a la que amas con todo el corazón. Eso sí que es tener suerte en el amor —me sonrió—Ya quisiera yo decir que tengo a mi lado a una persona, como Ellie, que está dispuesta a todo por mí.

—Antes de Ellie Stewart, realmente no tenía idea del verdadero significado del amor, y ella tampoco lo sabía a ciencia cierta. Creo que durante toda nuestra vida solo hemos estado con personas incorrectas, para terminar, encontrándonos en algún punto del camino.

Alessandra sonrió.

Quizás ya he encontrado al amor de mi vida, y la razón sola de mi existencia.

—Antes de ella, yo ni siquiera me había sentido tan enamorado y cómodo con la persona que es mi pareja, y no pienso ni en la idea de culminar nuestra relación. Ellie es una persona maravillosa, a la que lastimosamente la vida la ha tratado de mala manera, no obstante, no imaginas lo orgulloso que me siento de decir que se ha superado a sí misma durante el último tiempo. Ella ha crecido como persona, ya no le interesa en lo más mínimo si los demás no son felices por ella, ya no le presta importancia a las palabras de los otros como solía hacerlo antes y, sobre todo, ahora ha aprendido a vivir por sí misma, a hacer las cosas que desea hacer y a sonreír por las cosas que a ella le hacen feliz. Y sí, supongo que lo que tú necesitas en este momento de tu vida es hacer lo que te dicta el corazón, no la razón, sé que debe ser complicado la idea de considerar llevar a cabo una superación con la persona que ha formado parte de tu vida y que ha estado a tu lado en cosas que son relevantes para ti. Solo que a veces lo único que necesitamos es soltar, dejar ir, romper el círculo.

A este punto, ella había comenzado a llorar con más fuerza y con lentitud, se recostó sobre mi regazo. Acaricié su cabeza con cariño.

Esperaba que esto sucediera en cualquier momento y que alegría sería que lo haga antes de casarse y complicarlo todo.

—Quiero ser fiel conmigo misma y hacer lo que me dará la libertad de ser feliz a mi manera.

—Eso es lo que debes hacer, siempre hay que ponerse a uno mismo por delante de todas las cosas.

—Tan solo...Necesito buscar una forma de decírselo a Pietro...—sollozó—Y tengo tantas preocupaciones ahora mismo, que todo se ve todavía más difícil. No quiero pensar en lo que van a decir aquellos que ya recibieron una invitación para la boda.

—¿Te importa lo que digan los demás? —Le pregunté y ella negó con un movimiento de cabeza—Jamás debe importarte lo que digan los otros y como siempre le he dicho a Ellie, tu felicidad y tranquilidad van primero, siempre van primero.

Alessandra continuaba llorando con fuerza, y yo solo podía abrazarle delicadamente porque mi estado de salud no me permitía hacer más que eso.

—Hazlo cuando te sientas lista, no cuando los otros digan. Si no te sientes lista para terminar la relación, está bien, date un tiempo para ti misma en el que puedas pensar con mayor claridad en todo lo que está sucediendo y cuando hayas hallado las palabras adecuadas para decirle a Pietro cómo te has estado sintiendo últimamente, hazlo. Lo que me parece que te hace falta es relajarte y que alguien te haga compañía, y sé que para mí es difícil hacer algo en este estado, pero, puedes venir a quedarte en esta habitación de hospital y podemos seguir conversando de todo. Para eso estoy yo como tu hermano.

—Ahora lamento mucho haber estado tan molesta e irritante el día de tu boda con Ellie —se rió y lo recordé. Era cierto, el día de la boda ella se la pasó sentada en la mesa que le fue asignada y lo único que hacía era darle una mirada a todo el mundo.

—Eso ya no importa —le respondí—Lo único que debe importarnos es nuestro presente, debido que a pesar que tengamos un pasado, lo hecho, hecho está y lo único que va a valer algo es lo que vamos a hacer con nuestras vidas a partir de ahora.

—Vicenzo...—murmuró—¿Cuándo es que maduraste tanto que no pude darme cuenta?

—Maduré en cuanto vi lo dura que era la vida cuando te conviertes en un adulto y que pase lo que pase, siempre te tendrás a ti mismo al final del día. Las personas son como el viento, van y vienen y solo debe importarte la dirección en la que te dirijas, nada más que eso. Todavía eres una mujer joven, con tan solo veinticuatro años, y siempre te has sentido mayor que yo e incluso te consideras mi hermana mayor.

—Al menos, tenía que ganarte en algo —bromeó—Es solo que a veces sentía ser mayor que yo, pero, me he equivocado y ya veo que tú siempre fuiste el mayor, y no hablo por la edad, sino por la increíble madurez que has demostrado tener en un día como este.

—La vida me ha golpeado duramente una y otra vez. Cuando creí que mi vida no podía estar mejor, porque tenía un empleo estable que me ha dado todo lo que tengo y porque encontré a mi compañera de vida, a la mujer a la que podía llamar mi alma gemela, aparece un desgraciado que quiso arrebatarme la vida...

—Y sobre eso, sabes que nosotras estamos haciendo todo lo que podemos para hallar al culpable, no le permitiremos a la persona que te hizo eso quedar impune. Ahora mismo, Ellie debe estar testificando en la fiscalía.

—Me pregunto si puedo pedirte un pequeño favor, Alessandra...—cuestioné.

—Puedes pedirme lo que sea, Vicenzo. Hoy me has dicho todo lo que necesitaba escuchar para sentirme mejor, y lo que al menos puedo hacer es cumplir con lo que vayas a pedirme.

—Ellie está muy estresada, y pude notarlo por la conversación que tuvimos ayer en la noche. Ella no puede dejar de pensar en quién puede ser la persona que me lastimó, no puede dejar de pensar en que debe cargar con todas las obligaciones de la empresa sobre sus hombros y que también tiene que cuidarme a mí. En este momento, ella debe haber ido a reunirse con un par de amigas a las que iba a pedirles que se una a nuestra empresa mientras las cosas se calman, una de ellas le fue presentada a Ellie por nuestra madre, por lo que son gente de confianza. También ella no desea darle el control absoluto de las cosas a nadie, ya que no sabemos quién pudo haber tenido algo en mi contra y hasta que la investigación no haya concluido y se tenga al culpable, Ellie seguirá en la misma posición.

—Entonces... ¿Qué vas a pedirme hermanito? ¿Qué es lo que necesitas que haga por ti?

—Cuida de Ellie, ella está muy preocupada por lo que está sucediendo...Ellie todavía tiene momentos de debilidad, y cuando ella se siente insegura, lo único que tienes que hacer es sostenerla entre tus brazos y decirle que todo va a estar bien. Ellie es una hermosa persona, la luz de mi mundo, y no quiero que ella está sola ahora que no estoy en condiciones que hacer todo lo que hacía antes. Solo te pido que lo hagas por un tiempo, hasta que me haya recuperado un poco y pueda volver a hacerme cargo de todos los aspectos de mi vida por completo. Y si algo le suceda a la luz de todo mi universo, temo que caeré en un profundo abismo, en un agujero negro del que no podré salir nunca.

—Cuidaré de Ellie, te doy mi palabra —entrelazó nuestras manos—Y de igual forma, voy a tratar de ayudarle en todo lo que pueda.

—Y tampoco olvides cuidar de ti misma, que, en este momento, es lo más importante.

—Es que yo ya tomé una decisión, Vicenzo, y lo único que estoy esperando en este instante es buscar la forma correcta de decirle las cosas a Pietro. Ya no quiero estar con él, ya no deseo en lo absoluto tenerlo a mi lado, y, además, en ocasiones he llegado sospechar que él sale con otra mujer.

Golpe bajo.

¿Acaso estará engañándola en realidad?

—¿Cuál es la razón por la que sospechas que ese hombre te está siendo infiel? —Fruncí el ceño.

—El perfume de otra mujer en su ropa se ha impregnado en mis fosas nasales una y otra vez...—una mueca de decepción empezó a aparecer a lo largo de su rostro—Es solo que no he buscado la manera de enterarme de si mis sospechas son ciertas o no y admito que también soy muy cobarde.

—Si no mal recuerdo, solías tener cámaras de seguridad en varios rincones de tu casa, y si él está engañándote, supongo que esa es una forma de saber si estás en lo correcto. Si hace algo a tus espaldas, solo busca en las cámaras y de seguro, lo encontrarás haciendo algo, así sea hablando por teléfono. Confía en mí y haz lo que te digo, creo que es la única forma de salir de dudas.

—Lo haré en cuanto me sienta un poco más tranquila, no quiero admitirlo...Sin embargo, no imagino el enorme daño que puede causarme confirmar mis sospechas.

Ese es nuestro mayor miedo y debilidad, tener que enfrentarnos a la realidad porque cuando tenemos miedo a ver lo que hay frente a nuestros ojos, nos volvemos ciegos ante la verdad.

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