Capítulo 30.

Ellie.

¿Últimamente el mundo está en mi contra o estas son las consecuencias de fingir un amor? ¿Acaso todo está en mi contra estos días?

—¿Conoces a James? —Le pregunté, sin saber que pensar al respecto, a pesar que la respuesta a esa pregunta era más que evidencia.

—Conozco a James, porque es una persona importante que vino una vez a mi restaurante. Suelo hacer eso con mis clientes más importantes...No poseo una relación más allá que esa, pero, parece que tú si lo conoces.

—Sí, lo conocí en Londres hace un par de años. Él y yo estudiamos en la misma universidad —no pensaba decir más que eso, y siendo sincero, yo tampoco tenía ningún problema con James porque terminamos en buenos términos y porque él es un buen hombre al que respeto enormemente.

—¿Eres la esposa de Vicenzo Coppola? Lamento lo de su accidente...

—Soy su esposa, y sí, también lamento lo sucedido —suspiré—¿Por qué lo preguntas?

—Su hermana la señorita Alessandra solía venir mucho con su novio a este restaurante hace un par de años, el señor Pietro si no me equivoco...—chasqueó los dedos —Supongo que ellos dos terminaron.

—Ellos todavía siguen juntos ¿Por qué creerías que su relación culminó? —Me pareció extraño su comentario, completamente extraño.

—Lo digo porque él sigue viniendo a mi restaurante, pero, acompañado de una muy alta que siempre lleva su cabello en una cola alta, castaña de ojos verdes. Pensé que ella era su nueva novia.

Espera...

¿Una mujer castaña de ojos verdes y coleta alta?

Esa es la descripción física de Valentina.

—¿De casualidad no has escuchado cómo él se dirige a ella alguna vez, es decir, el nombre de la muchacha? —Inquirí, con los nervios de punta.

—Sí, por supuesto, ellos vienen aquí todos los viernes —me respondió—La señorita de ojos verdes es Valentina, aunque él la llama Vale en ocasiones.

¿Qué hacía Pietro Messina con Valentina? ¿Y qué tiene que ver el novio de mi cuñada con la secretaria de mi esposo?

Seguramente mi presión descendió porque comencé a sentirme cansada y sentí que el aire me faltaba.

—Dices que vienen aquí todos los viernes... ¿Cierto? —Solo quería saber que no había escuchado mal y que no me estaba haciendo ideas descabelladas.

—Ellos cenan en este lugar todos los viernes sin falta, no importa lo que suceda —me respondió—Ellie... ¿Te estás sintiendo bien?

Es solo que tengo la hipótesis de que estoy comenzando a descubrir varios secretos de personas que están en nuestro alrededor, y esto hace que desconfíe aun más de Valentina Martino, la secretaria de confianza de Vicenzo por tantos años.

—¿Has visto que ellos tengan actitudes románticas hacia el otro? —Interrogué, necesitaba confirmar eso antes de siquiera atreverme a hacer algo más para confirmar mis sospechas y tener evidencias de lo que iba a decirle a los demás.

—Sí, varias veces. Ambos se besan y todo ese tipo de cosas que haces cuando estás en una relación, razón por la que pensaba que era su novia y que terminó con la señorita Alessandra Coppola hace dos años atrás, la cantidad de tiempo que ellos dos han estado viniendo a mi restaurante cada viernes de cada semana, de cada mes durante estos dos años.

¿Valentina y Pietro son amantes? Se supone que ella empezó una relación muy recientemente con Bosco, un amigo muy querido de la infancia de mi esposo, y que él está con la hermana de Vicenzo.

¿Cómo puede ser posible que los estén engañando a los dos?

—Alessandra va a casarse con Pietro porque ambos han mantenido una relación amorosa por los últimos siete años, mientras que Valentina Martini, la mujer que coincide a la perfección con la descripción que diste con anterioridad, ha sido la secretaria de mi esposo por alrededor de nueve años, y además es la novia de uno de sus mejores amigos.

Mina palideció.

Sé que es demasiada información para procesar en pocos segundos.

—¿Son amantes entonces? —Se cubrió la boca con la mano, como muestra de su nerviosismo—Oh, m****a...Si yo habría sabido que Alessandra seguía en una relación con él, es que cuando yo le pregunté a Pietro al respecto, él se atrevió a negármelo todo...

—Para todos es una sorpresa, pero, temo que antes de comentarle a Alessandra y Bosco lo que están haciendo sus respectivas parejas, debería tener algo que afirme que mis palabras son ciertas...—me mordí el labio.

—Podría grabarlos y tomarles un par de fotos cuando vengan el viernes a cenar como lo hacen casualmente, o podríamos hacer que Bosco y Alessandra vean lo que sucede —me propuso mientras me invitaba a sentarme en una de las mesas y me servía un poco de agua.

—No creo que esa sea la manera, Mina...—empezaba a tener un dolor de cabeza fatal—Si hacemos que ellos los enfrenten pronto, los pondremos alerta y yo necesito que todos sigan en todo están...

—¿A qué te refieres? —Cuestionó, entiendo que debe tener varias dudas en este instante.

—Aún no sabemos quién pudo haberle disparado a Vicenzo, y ni siquiera sabemos de quién deberíamos desconfiar. No obstante, Pietro es el único con el que mi esposo tiene una mala relación y Valentina es la persona en la que más confía después de mi persona —suspiré. Este juego comienza a volverse peligroso.

—¿Qué tratas de decir Ellie?

—Intento decir que Pietro y Valentina pueden haber hecho una especie de alianza para ponerse en contra de Vicenzo...—el corazón me latía con mucha más fuerza de lo normal—Y si mis sospechas resultan ser ciertas, al contarle a los otros de su infidelidad los estaré advirtiendo.

—Ellie, lo que debes hacer es obtener más pruebas para poder decir que ellos fueron los que confabularon en contra de Vicenzo Coppola. Y al considerar todo eso, creo que la forma ideal es solo grabarlos cuando vengan a mi restaurante, y guardar esa evidencia hasta que se pueda hacer un uso garantizado de la misma.

Asentí, si no conseguía tranquilizarme, los nervios terminarían conmigo. Y en ese momento, Leah, Irene y Wendy aparecieron con una grata sonrisa en el rostro.

—¡Ellie Stewart no imaginas lo contenta que me pone volver a verte! —Leah vino a abrazarme y la expresión de su rostro cambió al darse cuenta que yo no lucía tan feliz—Ay... ¿Te pasó algo malo?

—Le dispararon a Vicenzo, él ahora está internado en un hospital y acabamos de darnos cuenta que los posibles sospechosos de cometer el delito son su querida secretaria y el novio de su hermana, quienes por cierto engañan a sus respectivas parejas —Mina les explicó de forme breve.

—No podías haberlo resumido mejor, Mina, gracias por ello, porque ya no tengo ganas de hablar de eso —limpié las lágrimas que habían empezado a caer por mi rostro antes que arruinara mi maquillaje—Necesito que ustedes tres trabajen conmigo en la empresa de Vicenzo hasta que las cosas se solucionen, hasta que encontremos al culpable de haberle disparado ayer por la mañana mientras se dirigía a la empresa, debido a que honestamente con confío en nadie...Porque no sé quien en realidad deseaba hacerle daño y tan solo espero que esto no sea demasiado para nosotras y que puedan ayudarme.

—Puedes contar con nosotras para todo lo que necesites, cariño, y nosotras tenemos mucha experiencia trabajando en las principales áreas de una empresa. Junto con Irene trabajamos en una empresa de tecnología de alta gama que le pertenece a Kaleb, el esposo de Leah y también podremos consultarle a él cuando no sepamos cómo hacer algo.

—Wendy tiene razón, nosotras estamos dispuestas a ayudarte en todo lo que necesites ahora que estás atravesando por un mal momento —la rubia se acercó a abrazarme con una sonrisa en su rostro—Para eso son las amigas y deben acompañarte en las buenas y en las malas.

—Y yo por lo menos te serviré para escribir informes, ya que no sé mucho del manejo de una empresa —Leah me guiñó el ojo—Deseamos visitar a Vicenzo en cuanto sea posible.

—Pueden ir en cualquier momento, de seguro a él le encantará recibirlas —supe decirle—Y no saben lo mucho que les agradezco que estén aquí para apoyarme ahora que más lo necesito.

—Ya verás que todo se va a solucionar y que encontraremos al culpable en algún momento —Mina susurró tomando mis manos. Apenas nos conocíamos y ella estaba siendo demasiado amable conmigo, algo que le agradecía infinitamente.

—¿Cómo está Vicenzo? ¿Fue muy grave?

—Recibió el disparo en una pierna, razón por la que tuvieron que someterle a una cirugía, pero, saldrá del hospital el sábado en la mañana o en la tarde. Yo misma me comprometo a cuidar de él, así como él ha cuidado de mí siempre, es mi esposo y el amor de mi vida y mi mayor deseo es que se encuentre bien a todo momento. Estoy dispuesta a hacerlo todo por él.

Busqué mi teléfono en mi bolso de marca, el cual fue oficialmente auspiciado por los deseos de Vicenzo de que pareciera una buena esposa de lujo para que todos creyeran en nuestro matrimonio falso.

Puede que nuestra historia haya comenzado como una mentira, no obstante, nos enamoramos del otro al poco tiempo y ahora todo es verdadero y honesto. Nuestra relación fue una mentira en un inicio, pero nunca volverá a ser una mentira.

—Oye, Ellie, me pregunto si me dejarías ver con mayor atención tu bonito y atractivo fondo de pantalla —Leah me preguntó y caí en cuenta que mi fondo era uno de los diseños que suelo crear en mis tiempos libres. Un boceto de un bonito vestido de cuero que se ajusta a la cintura y posee un bonito encaje en la parte del pecho.

Le extendí mi teléfono celular, con las manos temblorosas, ya que no entendía para qué quería verlo.

—¿Acaso lo dibujaste tú? —Me interrogó sin dejar de ver la pantalla con atención.

—Lo dibuje yo, sí, es algo que acostumbro a hacer en mis tiempos libres...—sonreí—Y siempre deseé estudiar para convertirme en una talentosa y famosa diseñadora de modas, sin embargo, no fui lo suficiente valiente para enfrentar a mis padres y por eso terminé estudiando economía. Cumplí el capricho de mis padres, y no pude hacer realidad uno de mis más grandes sueños. No obstante, Vicenzo ideó una habitación especialmente para que pueda hacer lo que me gusta y me dio todo lo que era necesario para ello.

—Todavía no es tarde para intentarlo —Leah me abrazó—Seguramente debes conocer a la señorita Heaven Duch, la misma mujer que organizó tu boda y la mía.

—Conozco a Heaven, sí, y sigo guardando su número en mis contactos por si algo llega a ocurrir.

—Coméntale a Heaven que quieras incursionar en el mundo de la moda, dile que te presente a alguien que puede ayudarte con eso y estoy segura que ella va a hacerlo. Heaven tiene una gran amistad con personas importantes y si te presenta a alguien de la familia Bosko,  tu camino hacia la fama comenzará de una vez por todas.

—¿La familia Bosko? —Cuestioné, me parecía haber escuchado sobre ese apellido tan importante antes, solo que no recordaba.

—Bosko es una marca internacional muy reconocida, que proviene de Polonia, y cuyos dueños tienen una buena amistad con Heaven, creo que ellas los conoció hace un par de años cuando hubo un evento importante en el hotel de su esposo.

—¿Consideras que ella aun tiene contacto con alguno de ellos? Creo que sí que sería una grata oportunidad.

—Heaven se hizo muy amiga de Aleska Bosko, la esposa de uno de los dueños, quien además es una diseñadora de moda de lujo que ingresó a esa empresa hace varios años y que terminó casándose con Bruno. Dile a Heaven que te presente a Aleska, Bruno o Filip Bosko, cualquier de los tres va a darte una oportunidad, y creo que Filip maneja una sede en Londres si mal no recuerdo. Entablar una conversación con alguno de ellos, puede llevarte a obtener una oportunidad para empezar. No te pido que trabajes para ellos, porque ellos están en Polonia, pero, sí puedes pedirles que te asesoren un poco, o no les pidas ayuda, yo tengo una mejor idea...

La miré, sin saber qué iba a decir.

Irene, Wendy y Mina se habían retirado y apenas me había dado cuenta porque estaba demasiado concentrada en todo lo que me decía Leah Roosevelt.

—Soy una amante de la moda y tengo un buen ojo para las prendas de lujos, y tus diseños son perfectos. Funda una marca de lujo, una marca de lujo italiano, puedes empezar fundando una tienda. Puedo ayudarte en atraer personas a la tienda...Piénsalo cielo, piénsalo porque es una muy buena oportunidad y tú lo que más tienes es talento.

La conversación con Leah había despertado en mí otro tipo de intereses e ideas.

—¿Leah te atreverías a ser una de mis modelos? Eres muy bonita y tu personalidad atrae a cualquiera que esté cerca tuyo.

—Acepto ser tu modelo, y creo que podrías contratar a una chica más e incluso salir tú de igual manera. Ellie eres la mujer más bonita que conozco y tienes una sonrisa preciosa, atraerás mucho al público.

—Elegiré los modelos que más me agraden, los confeccionaré con telas de lujos y luego llevaré a cabo una sesión de fotos con las modelos para crear una página de la marca. Espero tener éxito en ello...

Puedo hacerlo todo con el dinero que he ganado por ser la esposa de Vicenzo Coppola.

—Consúltalo con la almohada, y cuando hayas escogido los bocetos que más te gustan, voy a ayudarte en todo y hablaremos de esto.

—Gracias por tomar en cuenta mi talento para esto, Leah. Creo que ahora debo ir al hospital a ver a mi esposo y le comentaré sobre este nuevo proyecto.

—Y piensa en un nombre que pueda brillar tanto como tú.

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