El chico malo superó mis expectativas.
Caleb me lleva de la mano escaleras arriba, miro hacia atrás y veo a Alice, ella me mira y me guiña un ojo, yo se lo guiño de vuelta, Caleb camina hacia el final del pasillo y luego de sacar una llave, abre la puerta.
—¿Tu habitación? —pregunto una vez entramos, pero Caleb no me deja terminar porque me estampa contra la pared para comenzar a besarme. Sus manos recorren todo mi cuerpo, se quedan en mis muslos y suben de forma provocadora mi falda.
Este chico sí que sabe besar, su lengua parece hacer los movimientos correctos, él baja hacia mi cuello, mordiendo y lamiendo, no puedo evitar soltar un gemido cuando una de sus manos sube y aprieta mi trasero.
—Un culo exquisito, estoy ansioso de verlo sin esta falda —ronronea, yo asiento y no digo nada porque justo, su otra mano se posiciona en mi centro, por encima de la ropa interior, yo ya estoy mojada y estoy segura que él puede sentirme—. ¿Ya lista, morena?
Agarro a Caleb del cabello y lo obligo a mirarme, sus ojos están negros y hay u