Sebastian Goldberg
Henry se ha marchado a casa de sus suegros a recoger a Evelyn, mis nervios estaban aflorando con fuerza dentro de mí, pensaba miles de cosas, mis pies sobre la tierra habían sido removidos, es como no saber si estás despierto o estás soñando, en mi caso, había descubierto que tengo una hija, una hermosa pequeña que necesitaba todo de mí, pero algo sabía con certeza, Alexandra se iba a encargar de hacerme pagar de alguna manera el que la haya descubierto, quería pensar que podría reivindicarse en algún momento, entender que lo que hizo estuvo muy mal y que toda acción, tiene consecuencias y las tiene que asumir.
Yo me cercioraré de eso.
Nancy había llevado a Noah al parque que está cerca de la oficina con nuestro equipo de seguridad.
—Evelyn, Evelyn...—sonrío como un tonto al recordarla sentada en la orilla de