Sebastian Goldberg
Llego a mi despacho, me retiro la pluma y la pongo entre los lápices en el vaso de cartón que Evelyn me pintó con sopa cruda y crayones, sonrío al ver su obra de arte para papá.
Después de unos momentos más, se abre la puerta y aparece Vivian, al verla, mi estómago se contrae, el saber que podría ser ella la asesina de Pharell me hace hervir la sangra.
—Sebastian. —saluda, me acerco e intento mostrar calma.
—Vivian, —le acepto el saludo de beso de mejilla—¿Qué te trae por aquí? —ella se gira y me presenta al hombre de traje con maletín.
—Es uno de mis abogados. —alzo mis cejas, acerté al imaginar que vendría con él.
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